¿Qué hay detrás de los misterios de Capadocia?

Capadocia es una de las regiones más turísticas de Turquía, y también una de las más mágicas. Estos días he estado recorriendo esta tierra llena de misterios. 

El paisaje de Capadocia está compuesto de rocas volcánicas que, a través de la erosión provocada por el paso de cientos de años, han creado formas caprichosas propias de un maravilloso cuento de hadas.

Algunas de esas formaciones verticales, que parecen estar coronadas con sombreritos de piedra, reciben el nombre de “Chimeneas de Hadas”.

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Están asociadas con los espíritus elementales de la naturaleza, ya que algunas leyendas aseguran que estas rocas serían seres gigantescos petrificados. Otras tradiciones explican que, hace cientos de años, los seres humanos que habitaban esta región convivían pacíficamente con el reino de las hadas, pero tenían una norma: los seres humanos y los seres feéricos no se pueden enamorar. 

Sin embargo, un hombre y un hada tuvieron relaciones y la condena fue que el ser humano no volvería a tener relación con las hadas y la consecuencia para las hadas fue convertirse en piedras; otras versiones de la leyenda explican que se habrían convertido en palomas, que son precisamente las aves que habitan entre estas formaciones rocosas de aspecto mágico. 

Uno de los mayores enigmas de esta zona de Turquía son las ciudades subterráneas creadas por antepasados. 

Estamos hablando de laberintos y cuevas que tienen capacidad para albergar a un millón de personas en las diferentes galerías que hay repartidas por toda la región. Poseen ventilación, cocinas, capillas, cuartos de baño y hasta un río subterráneo. 

En su interior la temperatura es constante, aunque en el exterior haga mucho calor o mucho frío.

Sus estudiosos aseguran que sólo existe un motivo que podría provocar que los seres humanos se fueran a vivir bajo tierra: el miedo.

Graham Hancock, uno de los más reconocidos, asegura que hace milenios algún evento desconocido, quizá de tipo cósmico, como un meteorito, habría provocado alguna miniglaciación que obligó a antepasados a refugiarse para sobrevivir en estos espacios subterráneos. 

También hay quienes encuentran relación entre la existencia de estos lugares y las tradiciones ocultistas que llegan de Asia sobre mundos desconocidos al interior del planeta.

Ciudades míticas como Shambala, Agartha o Shangri-La, donde habitarían seres sabios y longevos, miembros de la Hermandad Blanca, son espacios que estarían dentro del planeta Tierra, a varios kilómetros de profundidad, a los que se accedería a través de un portal dimensional.

Serían, aseguran estas tradiciones esotéricas, sobrevivientes de civilizaciones anteriores a la nuestra, muchos más evolucionadas, que estarían a medio camino entre el ser humano y los extraterrestres. 

Todas estas leyendas encuentran acomodo en Capadocia, en Turquía, donde no podemos olvidar que surgen tradiciones como los monasterios e iglesias rupestres, construidas igualmente al interior de las montañas, en las rocas.

En lugares como Goreme, donde todavía es posible visitar estos antiquísimos templos, hay frescos elaborados por los primeros cristianos, donde aparecen escenas de la vida de Jesús, así como de santos originarios de la región, como San Jorge, quien nació en Capadocia, y habría sido un soldado que sufrió martirio por defender la fe en Cristo.

Con el tiempo, se ha convertido en patrón de soldados, cruzados y de todo aquel que tenga alma noble y bellos ideales.

 GLOSARIO
Capadocia: Región semiárida de Turquía, famosa por sus “chimeneas de hadas”, que son formaciones rocosas.
Agartha: Ciudad intraterrestre del continente asiático que, según cuenta la historia, habita el Rey del Mundo. 

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(Foto: Especiales)