Descubren misteriosa carta que la Reina Isabel II escribió, ordenó abrirla en 2085

LONDRES.-  Los ocho nietos de la reina Isabel II, encabezados por el príncipe heredero Guillermo y su hermano Enrique, velaron este sábado durante unos minutos los restos mortales de su abuela en la capilla ardiente instalada en el Palacio de Westminster.

Guillermo y Enrique, vestidos con uniforme militar, iban al frente del resto de sus primos, todos ellos de luto riguroso; mientras los ciudadanos seguían entrando a la sala para despedir de la monarca tras varias horas de espera formados en la fila.

Junto a los dos hijos del rey Carlos III participaron en la ceremonia Peter Phillips y Zara Tindall, hijos de la princesa Ana; Beatriz y Eugenia, hijas del príncipe Andrés; y Luisa y Jacobo Windsor, hijos del príncipe Eduardo, quien presenció el acto como espectador.
Phillips, el mayor de los nietos, tiene 44 años, frente a sólo 14 de Jacobo, vizconde de Severn.

En la tarde del viernes, sus padres, los cuatro hijos de Isabel II, participaron en una ceremonia idéntica. Se trata de la primera vez en la historia que los nietos de un soberano llevan a cabo la Vigilia de los Príncipes.

Aunque renunció a la realeza, Enrique lució el uniforme militar como su hermano Guillermo —heredero al trono—, a petición de su padre el rey.

Como pistaches. Sin embargo, Enrique y su esposa Meghan quedaron excluidos de los miembros de la familia real que participarán en la recepción que se dará en el Palacio de Buckingham a los líderes mundiales que asistirán al funeral de la reina Isabel II, a realizarse el lunes 19 de septiembre.

Según fuentes, los duques de Sussex fueron invitados inicialmente al evento de este domingo, pero posteriormente les informó que la recepción es únicamente “para miembros activos” de la familia real.

La reunión fue organizada por el rey Carlos III y su esposa, la reina consorte Camila; habrá un dispositivo de seguridad sin precedentes.

LA MISTERIOSA CARTA DE LA REINA ISABEL

Isabel II dejó una carta en 1986 con la encomienda de abrirse en el año 2085. 

En 1986, la reina se encontraba en Australia cuando escribió la misiva. Fue sellada y enmarcada con instrucciones para el alcalde en turno de Sidney; ahora está enmarcada y a la vista.  

Algunos creen que se leerá en ella agradecimientos para todos los habitantes de la ciudad, otros tantos que podría tratarse de disculpas por la conquista de Australia; incluso dicen que detalla el futuro.