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Impactante revelación: Venezolana asegura haber visto el ojo de la Virgen de Coromoto
Gran misterio alrededor de esta historia
Foto: (Especial)
En estos días, muchos mexicanos homenajean a la Virgen de Guadalupe, nuestra patrona. Son jornadas de peregrinaciones en las que se recuerda la famosa frase: “No hizo nada igual con ninguna otra nación”, atribuida al papa Benedicto XIV al hablar de la Guadalupana.
Sin embargo, pareciera que la divinidad también ha actuado en otros países con un misterio similar al de la aparición mariana de 1531 en México. Este es el caso fascinante de la Virgen de Coromoto, en Venezuela.
En 2009, la Conferencia Episcopal Venezolana organizó un equipo de especialistas para restaurar la sagrada reliquia de la Virgen de Coromoto, patrona del país, que para ese entonces estaba muy deteriorada.
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Entre los especialistas se encontraba Nancy Jiménez, restauradora de obras de arte y documentos antiguos, quien previamente había restaurado incluso el Acta de Independencia de Venezuela.
Jiménez aseguró recientemente, en diferentes medios de comunicación, que durante el proceso de restauración ocurrió algo inexplicable.
Mientras observaba la imagen de la Virgen de Coromoto al microscopio —una reliquia que mide apenas 2.5 x 2 centímetros—, declaró: “Vi un ojo al otro lado del microscopio que me estaba mirando. El susto fue tal que dije una mala palabra, empujé el microscopio y salí corriendo. Lloré como no tienen idea. Lloré muchísimo y le pedí perdón a la Virgen porque no creía que Ella estaba ahí”.
Foto: (Especial)
Esta experiencia transformó a la científica, quien se convirtió al catolicismo y ahora defiende la autenticidad de la aparición mariana de la Virgen de Coromoto, ocurrida en 1652 al cacique indígena Coromoto. Según la tradición, una hermosa señora se le apareció junto a un río y le pidió que buscara a los españoles para que le pusieran agua en su cabeza.
La comunidad del cacique obedeció y fue bautizada. Sin embargo, Coromoto extrañaba la selva y huyó. Al regresar a su hogar, la Señora volvió a aparecerse, rodeada de una potente luz. El cacique, asustado, le lanzó una flecha y la empujó, pero ella desapareció, dejando en su mano un pequeño pergamino con la imagen que hoy conocemos como la Virgen de Coromoto. Tras esta experiencia, Coromoto se convirtió y se dedicó a la misión evangelizadora.
En cuanto a los estudios científicos realizados en 2009, el equipo del que formó parte Nancy Jiménez afirmó: “Se identificaron varios símbolos indígenas en la imagen. La corona de la Virgen y del Niño tienen características típicamente indígenas. Los ojos de la Virgen, que miden menos de 1 milímetro, presentan iris y al observar el ojo izquierdo en profundidad, se distinguen detalles propios de un ojo humano, como el orbe ocular, el conducto lagrimal, el iris y un pequeño punto de luz en el que se percibe una figura humana con características especiales”.
Otro experto del equipo, Pablo González, explicó: “La reliquia está adherida al papel con trazos perfectos y en relieve. Lo sorprendente es que el papel no absorbió la tinta. Para la época, solo existía la tinta china, que al aplicarse en papel de algodón —similar a una servilleta—, tiende a expandirse al adherirse. Sin embargo, esto no ocurrió con la imagen de la Virgen, lo que científicamente no tiene explicación”.
Estas historias, como las de la Virgen de Guadalupe y la Virgen de Coromoto, están envueltas en un gran misterio que, hasta la fecha, desafían los conocimientos científicos modernos.