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En el avión Boeing 777-300ER viajaban, según datos de la compañía, 211 pasajeros (dos de ellos españoles) y 18 tripulantes; la mayoría de los viajeros eran australianos (52), británicos (47) y singapurenses (41).
“De repente, el avión empezó a inclinarse y hubo temblores. Comencé a prepararme para lo que estaba pasando y se produjo una caída muy drástica, por lo que todos los que estaban sentados y sin cinturón de seguridad salieron disparados bruscamente hacia el techo”, ha descrito Dzafran Azmir, un joven de 28 años que iba a bordo del vuelo.
“Hay heridos y un fallecido (...) Singapore Airlines ofrece su más sentido pésame a la familia del fallecido”, apunta un comunicado publicado en Facebook.
Nuestra prioridad es brindar toda la asistencia posible a todos los pasajeros y tripulantes a bordo del avión. Estamos trabajando con las autoridades de Tailandia para brindar la ayuda médica necesaria y enviando un equipo a Bangkok para brindar cualquier apoyo adicional”, explicó la compañía.
Una decena de ambulancias fue movilizada hasta pie de pista para atender a los heridos, informaron medios tailandeses.
Por su parte, el ministro singapurense de Transporte, Chee Hong Tat, expresó en redes sociales su “tristeza” por el incidente a bordo y expresó su “pésame” a los familiares de la víctima mortal.
Según la Aviation Safety Network, este es el octavo incidente registrado por la operadora Singapore Airlines en toda su historia. El último fue en noviembre de 2017, cuando se incendió la grúa que remolcaba una de sus aeronaves en el aeropuerto internacional de Singapur y tuvieron que evacuar la cabina.