Watersmanía 'derrumba el muro'

Por Sergio Flores C.

Ya no cabía una sola alma rockera en el Zócalo de la Ciudad de México. Sin embargo, era tanta la euforia por ver al que fuera bajista de la legendaria banda Pink Floyd, que miles de asistentes derrumbaron muros de granaderos para entrar a una plancha completamente llena y a punto del colapso.

"La Plaza de la Constitución está a su máxima capacidad", alertaba la organización del concierto una y otra vez mediante unas pequeñas bocinas, lo cual provocaba la rechifla de los asistentes, que fueron llenando la plaza pública a partir de las 11 de la mañana en una larga espera.

Foto: Sergio Flores. El Gráfico

Los diferentes 'portazos', que quedaron registrados en videos que la gente subió a redes sociales, seguramente valieron la pena para los seguidores del creador del álbum conceptual 'The Wall'.

Video: Cortesía YouTube

Y es que una vez dentro de esa marea de gente, una gigante pantalla te recibía con imágenes espectaculares del Universo, en un lento zoom que culminó con 'el lado obscuro de la luna'. Eran las 20:00 horas, el viaje de psicodelia, rock con tintes progresivos y futuristas, toda la maquinaria y el espíritu de Pink Floyd aterrizaban ante los cerca de 200 mil pares de ojos y pantallas de celulares que todo lo querían registrar... ¡Para siempre!

Roger Waters mostraba su platillo lleno de secretos. Daba un paseo por himnos que han acompañado a varias generaciones: La caja registradora de 'Money', los relojes palpitantes de 'Time', la fábrica de humo del plato 'Animals', un cerdo que no alcanzó a volar como en el primero de dos conciertos que el músico inglés dio días previos en el Foro Sol.

Las consignas políticas, los ataques al gobierno mexicano y a Donald Trump se hicieron escuchar en un Zócalo aún vestido y decorado del mes patrio. Una enorme campana del 'Grito de Independencia', ubicada en la calle 20 de Noviembre, parecía que iba a sonar mientras en la pantalla se escribía con letras gigantes: "Trump eres un pendejo".

Foto: Sergio Flores. El Gráfico

La plancha del Zócalo era conquistada, seducida, eclipsada por el veterano músico. En alrededor de tres horas de concierto, Roger Waters interpretó clásicos como 'Shine On You Crazy Diamond' (en honor al 'diamante loco' y fundador de Pink Floyd, Syd Barrett), 'Wish You Were Here', una balada que sonó a una sola voz (poderosa), la entrañable 'Mother' o la infaltable 'Another Brick in the Wall', en ese muro que el bajista ha derrumbado por todo el mundo.

El 'Eclipse' daba a luz. Rayos láser, juegos de luces y pirotecnia marcaban el final de un concierto gratuito que se antoja inolvidable. El solista alzaba las manos en agradecimiento, junto a las manos de su orquesta de músicos virtuosos y la complicidad de los aplausos y griterío de la gente que haría caer miles de ladrillos.

Foto: Archivo El Universal

'Confortably Numb' era la canción de cortesía (el encore), que al mismo tiempo cerró con una semana intensa en la que la 'Watersmanía' se hizo sentir en la Ciudad de México, y en ese 'ombligo de la luna', que fue de lo más obscuro a lo más luminoso en un abrir y cerrar de ojos.

Foto: Sergio Flores. El Gráfico