Parejita se conoció hace unas horas en nuestro baile y ahora son inseparables

Xóchitl Luna y Melvin eran unos completos desconocidos cuando entraron por la puerta del Gigante Gran Salón, en Tlatelolco CDMX. 

Sin saberlo llegaron justo a la misma hora. Ella venía sola, él con unas amigas que “lo único que mueven son los ojos”. Ella, desde Ampliación Vista Hermosa, mientras que él de Amecameca, ambos sitios en el Estado de México. 

Todo pasó en un flash: él se le acercó, con sigilo pero decidido, para invitarla a que lo acompañara por unos breves minutos a disfrutar una pieza. 

“Se me acercó y me dijo, oye quieres bailar, y le dije que sí, sentí un arrimón y dije pues de aquí soy”, cuenta ella.

“Es la primera vez que vengo y me llevé una grata sorpresa, porque es una chava muy linda y muy agradable”, agrega él, de 35 años. 

Pasaron una, dos, cuatro, siete, once canciones, y ellos seguían juntos, ahora restregando piel con piel, combinando salivas, intercambiando miradas traviesas. 

Cuando tocó el turno del show de Kartel del Mambo, ella se le montó en su espalda y gozó al máximo el beat sonidero. Cuando se bajó, se dijeron en voz alta lo que sentían el uno para el otro. Y su historia de amor comenzó de manera oficial.