Vibran jóvenes con la energía del Corona Capital
Alrededor de 140 mil asistentes disfrutaron de dos días llenos de música y estrellas de rock anglo
(Foto: Sergio Flores, El Gráfico)
Los altos decibeles y la gran variedad de propuestas alternativas volvieron a aparecer en el Corona Capital, festival que este fin de semana celebró su sexta edición.
Una amplia gama de ritmos, que fueron del rock, folk, pop, post-punk o electrónico, sacudieron a 140 mil asistentes, en su mayoría jóvenes dispuestos a pasarla bien con la música de grupos internacionales como Muse, The Libertines, Pixies y el dj inglés Calvin Harris.
El Autódromo Hermanos Rodríguez se transformó por dos días en un espacio para la diversión, en el que lo mismo se departía cerveza con los amigos, se paseaba con la novia por los jardines y polvareda o se entregaba a las notas musicales que salían proyectadas de escenarios dotados de tecnología sonora y visual.
Pixies fue de las bandas encargadas de finiquitar las actividades musicales de este domingo, segundo y último día de actividades, con una alienación que se inspiró en los sonidos salvajes y guitarras potentes.
Mientras que en una tarima sonaba la entrañable y melódica 'Where Is My Mind' de Pixies (la recordarás por películas como 'El club de la pelea'), los destellos y magia electrónica de Calvin Harris hacia lo propio en un escenario vecino, que hacía ver al foro como un enorme antro con miles y miles de chavos desquiciados por los contundentes beats.
El Corona Capital estuvo integrado por dos largas jornadas que hicieron desplazarse a los presentes por los carriles del autódromo, en caminatas que por momentos parecían interminables pero que bien valían la pena.
Y cómo no lo iban a valer si el trío de poder femenino Sleater Kinney, las picosas tornamesas de Fatboy Slim o el clamor noventero a britpop de The Charlatans lo daban todo sobre los entarimados.
NOCHE LIBERTINA
El sábado, día uno de actividades, se efectúo la primera visita a México del grupo británico The Libertines, quienes utilizando sobrios vestuarios y gran presencia escénica hicieron un llamado a la nostalgia con himnos generacionales como 'Can't Stand Me Now' y 'Don't Look Back Into The Sun'.
La gente se les entregó con sus palmas, coros e incluso con banderines hechos por los propios fans, en un gesto que demostró la cercanía y emoción por ver en vivo a Pete Doherty y Carl Barât, líderes del cuarteto.
Esa misma noche también lució el sonido futurista de Muse, que brindó su cuarto concierto en el DF, en una semana; la obscuridad de The Psychedelic Furs y la vena acústica de Richard Ashcroft, ex miembro de The Verve, que fulminó a los presentes con su clásico ‘Bitter Sweet Symphony’.
Además de cuatro escenarios montados, uno de ellos llamado ‘Claro Música’ para el género electrónico, hubo amenidades como la vistosa rueda de la fortuna Vans, la tradicional tirolesa, zona con videojuegos y food trucks con infinidad de platillos de comida a la venta.
Chicas guapas y jóvenes con su mejor estilo posible fueron testigos de la furia de Death From Above 1979 y la presencia estelar de Ryan Adams, Beirut o Kiesza, como parte de un cartel integrado por medio centenar de proyectos anglosajones.