Sucesos inexplicables
Sucesos “malditos” que estremecieron en el cine
Algunos de estos filmes dieron origen a trágicas leyendas que aún siguen rondando en el medio
"El exorcista" (Foto: Twitter)
Las grabación de distintas cintas han sido manchadas por diferentes sucesos misteriosos e inexplicables, que han terminado en grandes tragedias y por ende han sido catalogadas como "malditas".
Sorprendentemente, la mayoría de estos trabajos cinematográficos han sido relacionadas con el terror y el suspenso.
Por esta razón en El Gráfico nos dimos a la tarea de mostrarte las presuntas películas que se vieron manchadas por la tragedia y el misterio
El exorcista
Mientras filmaban la película debieron pedirle a un sacerdote que hiciera un exorcismo de verdad para alejar a los espíritus después de que ardieran varios decorados y se produjeran todo tipo de contratiempos inexplicables.
Pero la muerte también hizo su aparición en el rodaje. Según las versiones, entre cuatro y nueve personas murieron por distintos acontecimientos, dos de ellos fueron los actores principales, Jack MacGowran y Vasiliki Maliaros. Además de esto, algunos testimonios afirman que Linda Blair (la niña poseída) “pronosticó” la muerte de un miembro del equipo técnico durante una de las escenas en las que hablaba simulando estar poseída.
Poltergeist
Según dicen, un maleficio se extendió entre la primera y la tercera película de esta saga del cine de terror. Dominique Dunne, quien interpretaba a la hermana mayor de la protagonista, fue estrangulada por su novio a los 22 años; Julian Beck, quien debía aparecer en la segunda parte, murió de cáncer de estómago a los 60 años; y Will Sampson, quien hacia de un médico indio, falleció por complicaciones en una operación a los 53 años.
Pero la tragedia más famosa de dicha franquicia es la de Heather O’Rourke, la protagonista, quien murió de un shock séptico a los 12 años, tras filmar la tercera parte de la saga. Se dice que mientras su madre se encontraba en la sala de espera del hospital, aseguró verla por una ventana y diciéndole: “Mamá, no voy a volver”.
El conquistador
Algunos la catalogan como la película más maldita de la historia del cine, y no es justamente porque haya sido un fracaso en la taquilla. Se rodó en 1956 en el desierto de Nevada, Estados Unidos, en un lugar donde el ejército realizaba pruebas nucleares.
91 de las 220 personas que participaron del filme, se habían enfermado de algún tipo de cáncer y, de ellas, 46 habían muerto. Entre ellos se encontraban los dos actores principales, John Wayne y Susan Hayward, además, del director Dick Powell.
La dimensión desconocida
Durante la filmación, se produjo un accidente cuando un helicóptero que volaba a una altitud de sólo 8 metros fue impactado por una explosión de pirotecnia. El resultado fue la muerte inmediata del actor Vic Morrow y los pequeños intérpretes Myca Dinh Le y Renee Shin-Yi Chen de 7 y 6 años de edad, respectivamente.
La nave se estrelló decapitando a Morrow y Le, mientras Chen murió aplastada. Los que se encontraban en el interior del helicóptero sobrevivieron.
La profecía
Una leyenda relacionada con las catástrofes persigue a este filme desde su realización. Cuentan que el actor principal Gregory Peck viajaba en un avión cuando éste fue alcanzado por un rayo en medio de una tormenta. Por suerte, no provocó ningún daño ni a los pasajeros ni a la nave.
En la película se incluyen varios animales, entre ellos, dos perros rottweiler que, por un descuido, atacaron a su adiestrador, y en otra oportunidad un león que salía en la escena del zoológico mató a un guardián.
Además, el productor se salvó de una bomba que el grupo terrorista IRA había colocado en su hotel, y John Richardson -de efectos especiales- sufrió un accidente automovilístico en el que una colaboradora resultó decapitada, tal como ocurre en una escena de la película.
El juego de la muerte
Bruce Lee sigue siendo hasta el día de hoy el ícono de las artes marciales en el cine. Y es quizás su misteriosa muerte la que siguió alimentando y haciendo crecer el mito. Al parecer el actor de origen chino sufría de un dolor de cabeza muy fuerte y, después de tomar un analgésico, se recostó para descansar. Nunca más despertó y se llevó con él las verdaderas razones de su partida.
Rebelde sin causa
Fue la última obra en la que participó el célebre actor James Dean, quien murió al estrellarse con su auto meses después del estreno. Fue la primera de una serie de muertes extrañas ocurridas a miembros del reparto antes de cumplir los 45 años. La siguiente fue la de Nick Adams en 1966, que perdió la vida por una sobredosis.
Sal Mineo, otro de los intérpretes principales, fue acuchillado en la calle en un asalto. Y la actriz Natalie Wood murió en circunstancias sospechosas en 1981 cuando se ahogó al caer al agua desde el yate en el que se encontraba con su marido, Robert Wagner.
El bebé de Rosemary
Según dicen, el culpable del mal que acechaba a esta producción cinematográfica fue la locación en donde se filmó: la leyenda indica que toda persona que ingrese al edificio Dakota, en Nueva York, morirá en forma trágica. Parece un poco exagerado, ya que en sus departamentos vivieron cientos de personas desde su construcción en 1880.
Lo cierto es que al año siguiente de su estreno, el compositor de la música, Krzysztof Komeda, falleció por un coágulo cerebral, de forma similar a uno de los personajes del filme. Ese mismo año, 1969, la pareja del director, la actriz Sharon Tate, que participó como extra, fue asesinada por una supuesta secta en una situación muy poco agradable.
Años más tarde, John Lennon murió en la puerta de este edificio, tras ser atacado por un fanático. Coincidencia o no, varios finales trágicos se relacionan con los que estuvieron alguna vez en este lugar.
Vidas rebeldes
Este largometraje contó con Clark Gable, Marilyn Monroe, Montgomery Clift y Elli Wallach como protagonistas. El primero murió 12 días después del estreno, víctima de un ataque al corazón. Un año más tarde, le llegó el turno a Marilyn. Por último, Clift perdió la vida en 1966 después de años de abusos de drogas y alcohol. Wallach es el único que sobrevive de todo el elenco principal.
El cuervo
La muerte de Brandon Lee fue una de las más famosas en la historia del cine. Durante la filmación de una escena de esta mítica película, el actor recibió un disparo letal de una pistola Magnum 44. La bala debía ser de fogueo, es decir, de utilería, pero por extrañas circunstancias resultó ser auténtica. El hecho ocurrió ocho días antes de terminar el rodaje, y el actor tenía 28 años. Consolidó así una maldición familiar después de la muerte de su padre, Bruce Lee.
(videos cortesía YouTube)