Hacer tu máximo esfuerzo merece descanso en cualquiera que sea la disciplina que hagas, pero muchas veces no queremos parar, deseamos seguir para no bajar el nivel por lo que la opción es hacer trabajo regenerativo, ese que no te exige demasiado y te deja satisfecho para que sigas adelante.
El trabajo regenerativo es una actividad física de baja intensidad que ayuda a recuperarse de un gran esfuerzo, también te ayuda a regresar de las lesiones o para cuidar algunas molestias que se presenten, siempre escuchando a tu cuerpo pero si es más fuerte de lo común, entonces hay que acudir con un especialista.
Por lo que hablaremos de ese día después de la carrera, cuando amaneces adolorido, cansado y con mucho entusiasmo de pararte a correr nuevamente aunque tu cuerpo te pide quedarte en la cama, dormir y descansar, así que no entres en conflicto con eso y haz lo correcto.
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Ya sabemos que un masaje relajante ayuda mucho, igual que descansar correctamente, hidratarse y alimentarse bien, que son parte del entrenamiento, antes, durante y después de la carrera, así que empieza por eso y luego planea la intensidad para reconstituir lo dañado con una rutina corta de 20 a 40 minutos de trote ligero, bicicleta o fuerza pues cuando enfrentamos un reto duro se producen micro rupturas en nuestros tejidos que el organismo se encarga de reparar, pero ayudémoslo.
Durante estos regenerativos ten siempre presente que son eso, re-ge-ne-ra-ti-vos, son para regenerar tu cuerpo y no debes rebasar más del 50 por ciento del esfuerzo máximo que realizaste, es decir, si corriste a 4:00, 4:30 por kilómetros, en esta rutina hazlo a 6:00-6:30 para que no sigas exigiendo a tu cuerpo tras ponerlo a competir contra sí mismo.
Estas rutinas ayudan a que los músculos se llenen de oxígeno mediante la sangre, aportando nutrientes y ‘lavando’ los residuos metabólicos que quedan en las fibras por lo que es bueno hacerlas al día siguiente de un trabajo exigente o una competencia y es que favorece y acelera la recuperación muscular activando la sangre para un buen funcionamiento del sistema cardiovascular, respiratorio y de los músculos. ¡A darle!
