El incidente de Roswell, ocurrido en julio de 1947, es uno de los eventos más emblemáticos y debatidos en la historia del fenómeno ovni. Según los informes oficiales de la época, un objeto no identificado se estrelló en un rancho cerca de Roswell, Nuevo México.
Inicialmente, el Ejército de Estados Unidos informó que se trataba de un ‘platillo volador’, pero horas después rectificó, afirmando que solo era un globo meteorológico. Este cambio de narrativa alimentó teorías conspirativas que han perdurado por décadas y que apuntan a un encubrimiento gubernamental sobre la recuperación de tecnología extraterrestre.
Trump no es ajeno a la polémica en torno a este incidente. Durante su anterior mandato, en 2020, sorprendió al referirse al supuesto estrellamiento de Roswell, un tema que los presidentes estadounidenses rara vez mencionan de manera directa. Este comentario capturó la atención tanto de los entusiastas del fenómeno ovni como de los medios internacionales, reforzando la percepción de que Roswell sigue siendo un tema de interés estratégico y potencialmente delicado para el gobierno de Estados Unidos.
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En junio de 2020, Trump fue entrevistado por su hijo, Don Trump Jr., con motivo del Día del Padre. En un tono informal y relajado, Don Jr. aprovechó la oportunidad para preguntarle si alguna vez revelaría alguna información sobre el incidente de Roswell, permitiendo a la sociedad conocer la verdad detrás de los rumores y teorías. Trump respondió de forma evasiva pero intrigante: “No voy a hablar contigo sobre lo que sé acerca de eso, pero es muy interesante”.
Cuando Don Jr. insistió sobre la posibilidad de desclasificar documentos relacionados con Roswell, Donald Trump concluyó diciendo: “Bueno, tendré que pensarlo”. Estas palabras, aunque breves, avivaron las expectativas de quienes creen que el gobierno posee información confidencial sobre el incidente y su conexión con tecnología extraterrestre.
Con Trump nuevamente en la Casa Blanca, surge la duda sobre si el tema ovni, particularmente lo relacionado con Roswell, ocupará un lugar importante en su agenda. En los últimos años, el gobierno ha mostrado mayor apertura sobre los fenómenos aéreos no identificados, como lo demuestran las recientes audiencias en el Congreso y la publicación de informes oficiales. Sin embargo, sigue sin saberse si Trump tomará la iniciativa para liberar información clave que podría reescribir la historia del fenómeno ovni.
