El sol era tímido como una mujer que se desnuda por vez primera en un hotel. Aún así las gafas oscuras eran necesarias porque los rayos me daban de frente. Sentado en las escalinatas del acceso al Palacio de Bellas Artes fumaba y el ligero viento era agradable, salvo que me arrojaba el humo a la cara.
SIN ESPACIOS Quienes ayer se quedaron con las ganas, fueron cientos de integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas, quienes planeaban sumarse al plantón que maestros de la CNTE mantienen en el Zócalo capitalino y sus calles aledañas.