La propuesta de volver a hacer una reforma energética es obviamente privatizadora. A quienes señalan que “no se va a vender un solo tornillo, ni un pozo”, les respondemos que volteen a ver lo que está pasando en Chicontepec, en los llamados campos maduros, o en la Cuenca de Burgos, por poner algunos ejemplos, donde son precisamente las empresas trasnacionales las que extraen los hidrocarburos, violando flagrantemente la Constitución Política de México.