La propuesta de reforma en telecomunicaciones exige abrir un debate amplio, incluyente, transparente, pues sin un diálogo abierto sobre el tema, se corre el riesgo de que dicha iniciativa sea moneda de cambio para la aprobación de las reformas fiscal y energética. Este proyecto está incompleto porque no incluye la reducción de tarifas y costos para el usuario de los diversos servicios del sector, ni contempla la reglamentación de la publicidad oficial con criterios de transparencia, equidad y pluralidad.