Llegas a la clínica con tremendo dolor en la parte baja del abdomen y esperas una eternidad, luego pasas al consultorio y lo primero que te dice el doctor es “¿qué es lo que tiene?”. Lo miras con desdén y respondes “tenía dolor de estómago, pero como estuve dos horas allá afuera ahora tengo resentimiento y dolor de cabeza”.