El regreso de Místico le hace bien a la lucha libre
Gabriel Cruz
Si hay un personaje capaz de catapultar a la lucha libre mexicana de vuelta a la cima de la popularidad, ese es el de Místico. El original, el que a principios de este siglo abarrotaba arenas, el que vivía en un avión viajando de polo a polo del país para entregar un poco de su magia a los aficionados, que a través de la televisión caían rendidos ante su fuerza.
Místico, el original, está de vuelta en la lucha libre mexicana, aunque en realidad nunca se fue. La estampa del luchador que porta ese equipo y máscara es inconfundible, y aún oculta tras otra incógnita, despertaba la idolatría entre sus fieles.
Sin embargo, volver a sus inicios lucía lejano, utópico, y tanto él como sus seguidores estaban resignados a quererse a medias, sin la misma pasión que los unió en el pasado.
Todo cambió en un instante. El joven que se equipó como Místico durante una década decidió que su futuro estaba lejos de él, del CMLL y devolvió el tesoro prestado.
Demasiado tentador para la empresa, que amortiguó el golpe de manera automática premiando la paciencia del gladiador de Tepito, quien en plena madurez, rejuveneció e hizo cimbrar los cimientos de la Arena México con su reaparición.
Poco menos de 2 mil personas atestiguaron el momento, miles, tal vez millones lo compartieron a través de las redes sociales, la nueva forma de comunicar que impulsa, encumbra y aguarda paciente este tipo de explosiones para hacerlas suyas. Todos, aficionados o no al pancracio, se enteraron del regreso de Místico. El golpe mediático surtió efecto.
Y Místico no piensa dejar ir esta nueva oportunidad de volver a la gloria. Está convencido de poder lograr un nuevo 'boom'. No es sencillo, tampoco depende solo de él, pero la magia del personaje sigue intacta y con la capacidad de reactivar a una industria golpeada que requiere de un ídolo para volver a brillar.
¡Buenas luchas!