La necesidad de agruparse para sobrevivir en la lucha libre
Gabriel Cruz
La pandemia de Covid-19 que detuvo por completo las actividades en la gran mayoría de los ámbitos de la sociedad, desnudó de forma implacable la falta de unión y de un respaldo para los luchadores y luchadoras profesionales en México.
Aunque con algunas ventajas, los estetas que forman parte de las empresas establecidas en el país, no se salvaron de la falta de trabajo y por consecuencia, de nulos ingresos durante varios meses, que los obligó a agotar hasta el último peso de sus ahorros, en los casos más favorables. Hubo a quien la contingencia lo tomó sin dinero, sin trabajo y con un futuro incierto.
La situación ha ido mejorando en los meses recientes, pero la normalidad está aún lejos de alcanzarse, para llegar a ella se requiere de algo más que ganas y buenas intenciones. Además, cuando todo parezca volver a ser como antes de la pandemia, la enseñanza no debe quedar en el olvido ni etiquetarla como un mal momento.
Lo cierto, con pandemia y sin ella, es que el gremio de la lucha libre requiere mucho trabajo para ser sólido y menos vulnerable a los caprichos del destino. El y la luchadora, necesitan convertirse en profesionales dentro y fuera de las arenas, aunque para lograrlo, tengan que enterrar viejos vicios ligados a la improvisación y la ausencia de un proyecto dentro de la disciplina que eligieron como parte de su vida.
Hablando de unión. En el panorama surge la posibilidad de reactivar el Sindicato Nacional de Luchadores, un tipo de organismo, que por tradición, suele ser más un instrumento de control para el beneficio de unos cuantos. Esto en la sociedad en general.
Sin embargo, que exista puede ayudar a darle certidumbre a los cientos de luchadores que trabajan formal e informalmente en el país. Hoy en día, no debe bastar ya, contar con una licencia para decirse profesional. Y el sindicato puede ser un filtro para eliminar a los que sueñan con la fama y el éxito, pero no trabajan para conseguirla.
Tampoco se trata de frenar el intento de todos, sino de ayudarlos a que lo hagan con bases en todos los sentidos. Habrá que esperar si el proyecto del sindicato se concreta, pero sobretodo, si los protagonistas de los costalazos están dispuestos a regularizarse para seguir en la batalla.
¡Buenas luchas!