Opinión

Tras una época oscura, la lucha libre empieza a ver la luz

Gabriel Cruz

OPINIÓN 07/05/2021 12:51 Gabriel Cruz Actualizada 23:51

Durante más de un año el medio de la lucha libre ha deambulado entre distintas posturas y actitudes para enfrentar la pandemia de Covid-19, que azota todavía al mundo en general y que mantiene, al menos en la Ciudad de México, a las funciones con restricciones claras para aceptar aficionados en sus inmuebles.
Hubo, los que se apegaron por completo a los lineamientos de salud señalados por el Gobierno local. Sin hacer funciones y cuando fue posible, organizándolas a puerta cerrada y recurriendo a las transmisiones vía 'streaming' para solventar los gastos y poder apoyar a sus elementos con un ingreso económico.
Otros, ante la necesidad de trabajar, esperaron la mínima oportunidad para saltarse las 'reglas' no escritas, realizando eventos en gimnasios pequeños, con acceso de personas, sin medidas de distancia social y mucho menos, aplicando pruebas anti Covid a sus elencos.
Ahí, la Comisión de Lucha Libre de la CDMX, tan invisible como su capacidad real de acción, se lavó las manos haciendo como que hacia, prohibiendo de palabra, lo que en los hechos no es capaz de hacer. Y amenazando con castigos a los luchadores que participaron en los eventos, que no aplicó ni aplicará, porque su capacidad no da para eso.
Lo que sí hizo, fue actuar políticamente y organizar una marcha o caminata, para 'presionar' a las autoridades, de las que son parte, para permitirles volver a hacer funciones. El resultado, efectivo para la foto lucidora, fue un apoyo monetario para los que se animaron a apoyar la cruzada de salvación de la lucha libre.
Con el semáforo epidemiológico ya en color amarillo, crece la oportunidad de tener de vuelta al público en arenas como la Coliseo y la México, principales espacios para la práctica de esta disciplina en la capital del país.
Alrededor de esa posibilidad, toda la industria que se mueve alrededor de los eventos que durante cuatro días a la semana se presentan en ambos recintos revivirá. Víctimas indirectas de la falta de trabajo en las arenas, aguardan el momento para volver. Lo harán los que sobrevivieron económicamente al encierro, y que tuvieron que buscar refugio en otros ámbitos para subsistir.
Será una prueba para probar en qué estado regresa la afición que suele acudir a los locales de la colonia Doctores y la Lagunilla. De por si, un sector golpeado y que se ha convertido en minúsculo desde hace unos años. Hoy, volverán a ser los aficionados de ocasión, los que rescaten al espectáculo. En general, la población está muy lastimada emocional y económicamente para regresar por miles a las graderías. Además, no será posible hacerlo en grandes cantidades en un inicio. 
¡Buenas luchas!

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