Llevo una máscara antigases en esta urbe decadente y escribo con ardor de garganta, con estos dedos tristes como pájaros muertos sobre la banqueta
Que mis manos hablen kilómetros, que mis labios aticen el fuego y que nos calcinen los deseos
Una alerta en tu celular indica que tu Facebook tiene un like, pero el mensaje que esperas nunca llegará
Lo más sencillo es fingir que eres un tipo duro, cuando la vida te gana por nocaut en los primeros rounds
Aguanta el frío, el infierno, ese dolor quemante, el pinche desamor, los nervios y las ansias. Resiste o incluso pide ayuda, porque allí adentro se está muy solo
Si te abraza la tristeza, se te besa el infortunio, cierra los ojos y vuelve a ser aquel niño que corría detrás del camión de los helados