Feminicidios, tragedia nacional
LEO AGUSTO
Las conferencias mañaneras del Presidente han pretendido mostrarse como un ejercicio de transparencia gubernamental; sin embargo, el ejercicio es lo más parecido a un “talk show” con personajes disfrazados de periodistas como “Lord Molécula”.
El viernes pasado, cuando AMLO trataba de desviar la atención de lo importante porque en redes sociales lo critican por “comerse las eses”, la activista Frida Guerrera se salió del guión al cuestionar al Presidente respecto a los feminicidios y lo sacó de sus casillas.
Luego, el Presidente quiso verse como Moisés con el decálogo presentado como un pronunciamiento por la violencia contra las mujeres, pero quedó más cercano a los decálogos presentados por Peña Nieto que hoy casi nadie los recuerda.
Periscopio.
La realidad sigue opacando la “rifa del avión”, el sábado fue hallado el cuerpo de una menor dentro de una bolsa en Tláhuac.
En el radar.
“Ahorita no”, dijo el pasado viernes la jefa de gobierno cuando el reportero David Galván le pidió un pronunciamiento sobre la movilización de feministas en la ciudad. El desdén de Sheinbaum trajo a la memoria el famoso “ya me cansé” del exprocurador Murillo Karam, respecto a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Bitácora de lo absurdo.
Con la indignación social por el feminicidio de Ingrid Escamilla como contexto, a José Peña Merino, director de la Agencia Digital de Innovación Pública, se le ocurrió publicar en su cuenta de Twitter una fotografía de una muñeca ensangrentada para felicitar a su novio por su cumpleaños. En las mismas redes sociales, pidieron la renuncia del servidor público con el hashtag #FueraMerino @LeoAgusto