Previo al informe que presentó ayer el Presidente se soltaron los rumores de cambios en el gabinete. Aquello abría la posibilidad de un cambio de rumbo en carteras estratégicas como Gobernación y Salud. No fue el caso. 

Se esperaba que López Obrador presentara un paquete económico para enfrentar la pandemia. Sin embargo, reafirmó la ruta de los programas sociales como el eje económico de su gobierno. Como en los tiempos electorales se plantearon los “qués” quedando pendientes los famosos “cómos”. Por ejemplo, cómo se van a crear los dos millones de nuevos empleos. No alcanza con el anuncio de la reducción de sueldos para la alta burocracia y la eliminación del derecho al aguinaldo en los altos mandos. 

Ayer el mensaje fue de rompimiento con el sector pudiente de la clase empresarial, pero enmedio quedan miles de pequeñas y medianas empresas que viven al día como los sectores restaurantero y de servicios. Pareciera una estrategia suicida en términos económicos; dejar fuera a una parte importante del engranaje del sector productivo. 

El llamado que hace el Presidente a la población a atender las indicaciones del sector salud es de lo poco rescatable del discurso. Y es que la irrupción del Dr. Hugo López-Gatell en la escena política puede generar mucha empatía en las redes sociales. Pero aún falta que el mensaje aterrice en la población.   Las consecuencias del doble discurso ya tienen a México arriba de los dos mil casos confirmados al día de ayer. 

Veremos si el titular del Ejecutivo insiste en mantener sus proyectos insignia como la refinería de dos bocas y el aeropuerto de Santa Lucía al ver el tamaño real del boquete que dejará la pandemia en México. Y después se tendrá que trabajar en un nuevo pacto social como suceda ya en países como España. 

Twitter: @LeoAgusto