Mientras el gobierno de la CDMX sigue ignorando la realidad y culpando a las administraciones anteriores (que son los mismos desde hace 23 años), la inseguridad sigue sentando sus reales en las calles. Ayer, las balas llegaron a las inmediaciones de la glorieta de la Diana Cazadora en Paseo de la Reforma, la principal arteria de la capital del país.

De poco ha servido que la jefa de gobierno se apersone semanalmente en las reuniones de seguridad pública en Palacio Nacional. Pareciera que Claudia Sheinbaum sigue en campaña electoral, cortando listones aquí y allá, posando triunfalista para la foto. Los resultados siguen en espera ante las exigencias, cada vez más indignadas, de una ciudadanía madura y que no entregó un cheque en blanco a Morena en 2018. Sin exagerar, la gestión de Sheinbaum va peor que la de Miguel Ángel Mancera, ambos han quedado como regentes del gobierno federal en turno. 

Ayer, en la esquina de las calles Río Lerma y Río Misisipi, afuera de la recién estrenada Torre Diana y de las oficinas de la CFE, un ciudadano ruso viajaba en un taxi de aplicación cuando quisieron asaltarlo a plena luz del día y un policía de la SSC se ‘aventó el tiro’ de intentar frustrar el robo. La víctima resultó herida y el presunto asaltante se dio a la fuga también baleado, esto según el parte oficial. 

El silencio de la jefa de gobierno ante la ola de reclamos en redes sociales resulta una pésima estrategia para el manejo de crisis; ni un trino dedicó la doctora Sheinbaum a la balacera ocurrida en el corazón de la capital. Esto la muestra, una vez más, como una gobernante débil e incapaz de atender el reclamo histórico de la población en la ciudad: la seguridad pública. Morena tuvo todas las soluciones en campaña y como gobierno tiene todas las excusas.

@LeoAgusto