Última cátedra de Madero
LEO AGUSTO
Parecía que atrás habían quedado los días en que desde el poder venían muestras de ignorancia capaces de avergonzar al pueblo, como Luis Echeverría en la ONU diciendo “ni nos beneficia ni nos perjudica, sino todo lo contrario” o como Vicente Fox llamando “José Luis Borgues” al escritor argentino Jorge Luis Borges. Y qué decir de Enrique Peña Nieto, con los tres libros que marcaron su vida, cuyos títulos fue incapaz de enumerar.
El actual gobierno no escapa al desconocimiento en temas de cultura general y de Historia de México. El domingo pasado, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, escribió en su cuenta de Twitter: Francisco I. Madero con “s” y otorgó al vicepresidente José María Pino Suárez el grado militar de general, cuando ambos eran civiles; esto, junto con otras faltas de ortografía que dejaron en segundo plano el aniversario luctuoso del apóstol de la democracia.
Ayer se hizo viral el mensaje de la primera dama Beatriz Gutiérrez Müller al referirse a la Decena Trágica, los diez días que marcaron el golpe de Estado contra Madero y Pino Suárez en febrero de 1913, como la “Quincena Trágica”.
La ocurrencia puede ser un distractor ante los problemas que aquejan al país o una mera equivocación que los llamados maromeros del régimen se empeñaron en justificar en redes, con tal de no reconocer un error o un acto de soberbia en el afán de reescribir la historia del país, ya que por la actual, poco han podido hacer con las políticas de gobierno que rayan en la ocurrencia.
Quizá Madero, quien tenía fama de espiritista, se está deslindando desde el más allá de la 4T. Mientras, los usuarios en redes se dieron vuelo al llamar ‘quincena trágica’ a ese tiempo que sobra al final del sueldo, a la cuesta de enero y otros menesteres de quienes vivimos de milagro como la lotería, dijera Ramón López Velarde, autor de La Suave Patria.
@leoagusto